Recopilación de las dos primeras jornadas por Julio Sapolnik

Hoy comenzamos esta tercera reunión donde nos convocamos para desentrañar el gran misterio sobre ¿Qué es una galería de arte?. Y esta pregunta es saludable. Para contestarla hace falta este silencio, aquí están las paredes silenciadas. Como diciendo empecemos de cero: quienes somos?, que colgamos?, a que clientes convocamos?. Esta es una oportunidad única que tenemos en Bs As, como en su momento se lo permitió la vigésimo octava Bienal de San Pablo bajo la curaduría de Ivo Mesquita y Ana Paula Cohen, cuando dejaron la planta alta de la Bienal vacía, desatando tanta polémica al ser entendida como una "bienal sin obras”. Ivo Mezquita escribió: "Doscientas bienales, ferias, revistas, premios, más arte ... No miramos. Estamos perdiendo el sentido de la mirada."

Siempre nos preguntamos si hay mercado en argentina y nunca nos preguntamos ¿Qué es una galería de arte?. En las reuniones anteriores se dijeron cosas muy fuertes, que provocaron más preguntas que respuestas.

Se habló de circulación y visibilidad de la OdeA. Maraní lo dijo: El lugar de la galería es parte de la historia del arte: Leo Castelli y el POP, Kahnweiler y el Cubismo

Lia Munilla dijo: Las galerías construyen la imagen de los artistas: Fader - Peuser, Bonino y sus artistas, Deira, Pérez Celis, Remo Bianchedi, Raquel Forner: Jacques Martínez.

Las galerías son necesarias dentro del engranaje con que se construye una investigación.

Los artistas coincidieron en pedir que el galerista sea más “tiburón”, pidieron confianza mutua y contención.

Y la sala se preguntó: ¿el galerista debe tener un discurso comercial o conceptual?. ¿Con cual discurso se vende un videoarte?.

Iglesias Brickles se preguntó: ¿hasta cuando vamos a seguir siendo “modernos” demonizando el mercado?.

La gran pregunta que todavía no fue revelada aquí es: ¿QUIEN CONSUME?, no lo sabemos.

Lo sabía Kuitka cuando se abrió al mercado internacional ? o Milo Lockett cuando incorporó a los sectores medios en la compra de sus obras?. Le interesa a Milo el coleccionismo internacional?, o su misión es separar el diezmo para terminar la Casa Garraham que está construyendo en la ciudad de Resistencia, dando pruebas de un sentido de responsabilidad social cultural pocas veces visto.

Aquí se dijo otra gran verdad: que ARTEBA había dejado de ser una feria de galerías para pasar a ser una feria de coleccionistas. La propia marca ARTEBA es el éxito que convoca al público. La gente no va a ARTEBA porque es una oportunidad para ver la última producción de Yuyo, León, o la de los artistas de Elsi del Rio. El público va xq es arteba. ¿Viste?. Hay una fuerza de la marca, … el envase se comió al contenido.

Florencia Braga lo dijo: En arteba se siente la corte hegemónica que manipula el discurso. Ella lo siente, yo lo escuche. Escuche cuando un integrante del directorio de arteba le dijo a una galerista durante la feria: no traigas más a estos artistas. ¿Y a quien tengo que traer? preguntó. Y trae a tal y tal. Después ella me dijo: lo escuchaste. Si, te sugirió los artistas que colecciona él. ¿Trabaja el directorio de arte ba para dar mercado a los artistas anclados en sus propias colecciones particulares?.

Se habló muy poco del comercio electrónico hasta aquí.

Julio Sapollnik

Lic. en Historia del Arte, Master en Cultura Argentina, Becado por Fulbright Comission y por International Council of The Museum of Modern Art, New York. Jurado en importantes premios. Fue Director del Palais de Glace y Curador de Exposiciones Especiales en la Biblioteca Nacional. Realizó las muestras: "Evita. Una vida, una historia, un mito", “Wifredo Lam – 70 Obras sobre papel”, “El último sueño de Joan Miró”, “Oswaldo Guayasamin” y “Carpani”, “Homenaje al Pensamiento y al Compromiso Nacional” entre otras. Fue crítico de arte en el diario Clarín y Página 12 y en el periódico “Arte al Día” de Buenos Aires. Colabora en la revista “Arte al Límite” de Chile. Conduce el programa “Cultura al Día” en Metro, canal 13 de Cablevisión.

Leonardo Savio cambia obras de arte por pases de jugadores de fútbol profesional!

Querría dejar estas preguntas que surjieron en mi cabeza ante la tercera reunión de la serie, ¿ Para que sirve una galería?
El tema era la comercialización.
Los testimonios eran tan amplios, ambiguos, lobbistas,que se me ocurrió que si hubiesemos transcripto la charla, reemplazando las obras de arte por el pase de jugadores de fútbol profesional, pocas hubieran sido las disonancias.
Liprandi contaba como para él era miuy sencillo vender en el exterior.
Batkis proponía el trabajo en equipo.
En general se quejaban del minúsculo mercado argentino,a pesar de que hay muchísimos y excelentes jugadores.
Bruzzone citaba al Inter y al Barcelona, conocidos por sus maniobras para burbujear precios.
Lindner se preocupaba por vender bienes intangibles, incomprensibles, como jugadores estrella fracturados.
Povarché hablaba de un código de ética , entre 25 clubes, cuando en el medio aparentemente hay 194.
Farina preferiría la actividad de los clubes de barrio, más institucional.
El 60 % de las ventas se realiza por los lobbys en las Copas internacionales.
Falta critica, según Liprandi, algo obvio ya que todo está sponsoreado. Demasiadas analogías, y poca claridad..
Jacques Martínez seguirá preguntándose para que sirve una galería.


Leonardo Savio.

Especialmente escrito para el encuentro programado por la GALERIA JACQUES MARTINEZ.

LAS GALERIAS DE ARTE: Proyección y Futuro.

Lido iacopetti.

Desde mi visión de pintor, creo que las Galerías de Arte se transformarán en ESPACIOS DE EXHIBICION y el galerista actual en un ASESOR TECNICO.

Ahora bien, qué considero por Espacio de Exhibición; son centros dinámicos de exposiciones de obras de arte que pueden poseer diversas caraterísticas, sostenidos por coleccionistas, empresarios, asesores, etc, y que no estan exclusivamente dedicados a las ventas.

Los Asesores Artísticos, son técnicos especializados con amplio conocimiento del mercado y del hecho artístico, que le permite instrumentar al artista en la ventas de sus obras, así como asesorar a los compradores de los valores estéticos y económicos de la circulación vigente, e incluso de la emergente.

Por supuesto, ambos factores, estan contemplados dentro del sistema actual capitalista y su desarrollo, considerando los constantes cambios y transformacciones que se dan en el arte y la sociedad, desde los comienzos de la historia conocida por nosotros.

Esta última gran transformación en las relaciones, arte-sociedad, fue a partir del Romanticismo, cuando las vanguardias se rebelaron contra las academias generando la bohemia y el arte por el arte, que marginó a partir de ese momento a grandes artistas, que crearon un arte independiente y no oficialista, dando lugar a la aparición de las Galerías de Arte y al Marchand (negociador) del siglo xx.

Hoy, estos dos parámetros estan en crisis, porque la superpoblación de lugares de exposición (pequeñas galerías) y de negociadores falto de idoneidad, han dado lugar a la tergiversación de sus funciones, que son la de apoyar y difundir la obra y el quehacer del artista, y no la de vivir de sus sueños y sacrificios. Las auténticas Galerías de Arte y Galerista (marchand), no viven del bolsillo de los pequeños pintores, sino que se ganan legítimamente su comisión por las ventas de las obras de arte, a la vez que impulsan y protegen el desarrollo artístico.

Por este desgaste, considero desde mi óptica de pintor marginal, que el futuro próximo dará lugar a esos ESPACIOS DE EXIBICION, y no como se puede considerarse hoy, a las Megasgalerías o Ferías que se realizan en la actualidad, así como los actuales negociadores o marchand, serán desplazados por los ASESORES ARTISTICOS

La Plata, invierno de 2011.

Entrada de Remo Bianchedi sobre "Para que una galería?"

¿Para qué existen las galerías?

Una respuesta que no responde a toda la pregunta sería esta expresión de Francis Picabia del año 1921: “Los marchands (hoy las galerías) propenden a su propia posteridad no a la del arte.”; salvo excepciones como la que relato a modo de respuesta.

Año 1987. Jorge Glusberg dentro del marco de la IX “Jornadas de la Critica” invita a la “Galería Jacques Martínez, Arte Contemporáneo”, calle Florida al 900 a presentar una muestra en homenaje a Marcel Duchamp.

Participamos: Clorindo Testa, Osvaldo Svanascini, Víctor Grippo, Luis Wells y yo.

A mi entender en aquella oportunidad ninguno de los artistas participantes logramos comunicar el espíritu del pensamiento Duchamp.

Hicimos obras retinianas, nada más allá.

Pero, sin embargo ocurrió algo en esta exposición que puso en acto el espíritu duchampiano: fue la idea del galerista, Jacques Martínez: el día de la inauguración una joven francesa, de paso por la ciudad, entraba a la galería cubierta solamente por un velo blanco transparente y un ramo de flores en las manos. Ella se paseó entre el público soltero durante unos 10 minutos y sin decir una palabra se retiró del lugar. Azorado e incómodo cada uno se terminó yendo a su casa.

Duchamp en esa acción de arte estuvo presente.

Esta es mi respuesta.

Remo Bianchedi,

Cruz Chica,

Agosto de 2011.

Paneles

• LOS ARTISTAS (lunes 8 de Agosto, 19 hs.)

(Moderador: Eduardo Stupía)

Alejandro Ikonicoff, Amadeo Azar, Natalia Cacchiarelli, Cynthia Cohen, Roger Colom, Julia Grosso, Daniel Kiblisky, Mariana Marchesi, Leticia Obeid, Ramiro Oller, Andrés Waissman.

• LOS GESTORES Y TEÓRICOS (lunes 15 de agosto, 19 hs.)

(Moderadora: Kekena Corvalán)

Tomás Bondone, Florencia Braga Menéndez, Maraní Gonzalez del Solar, Eduardo Iglesias Brickles, Andrés Labaké, Lía Munilla, Marcelo Pelissier.

• LA COMERCIALIZACIÓN (martes 23 de agosto, 19 hs.)

(Moderador: Julio Sapolnik)

Gustavo Bruzzone, Cristian Cardoner, Fernando Farina, Ana Gallardo, Alejandro Ikonicoff, Ignacio Liprandi, Leonel Luna, Mariana Povarché.

• LOS GALERISTAS (lunes 29 de agosto, 19 hs.)

(Moderadora: Maria José Herrera)

Orly Benzacar, María Teresa Constantin, Fernando Entin, Nora Fisch, Gachi Prieto.

¿Qué es una galería de arte? (Roger Colom)

El siguiente texto fue escrito por Roger Colom el 08/08/09 y es extraído de acá.

¿Qué es una galería de arte?

El valor del arte es una cuestión social. No hay obra que tenga un valor intrínseco, ni artístico ni económico. Es en este sentido que la galería de arte cumple un papel fundamental: no sólo saca las obras a la luz pública sino que ella misma, como institución, se ofrece como garante de su valor. En otros países existen instituciones públicas que compran o financian obras contemporáneas y de esa manera se constituyen como garantes de su valor artístico; las obras y los artistas, conforme van cobrando prestigio, se convierten también en garantes de esas instituciones. Pero en Argentina el trabajo de las instituciones va de mínimo a inexistente, por lo que el trabajo de garantizar el valor de las obras recae en la iniciativa privada, tanto en las galerías como en los coleccionistas.

La galería debe existir físicamente como tal. Hace falta que se vean las obras, claro, pero también el esfuerzo inmobiliario, esa inversión en un espacio físico real, apunta al compromiso del galerista para con los artistas a los que representa y los coleccionistas a los que vende obra. La inversión, el dinero estancado en la propiedad inmobiliaria, o perdido en el alquiler, funciona como las reservas de un banco: es la base sobre la cual se construye la confianza. El coleccionista tiene que ver que el galerista se compromete a largo plazo con un artista y que será un agente activo por la valorización de la obra y el mantenimiento de la reputación (positiva) de esa obra y de ese artista. Si el coleccionista no ve eso, lo más probable es que no arriesgue su dinero. Tiene otras opciones más seguras en las que invertir. El riesgo que se toma el coleccionista en cuanto a una obra arriesgada tiene que ir de la mano del que se toma el galerista. En ese sentido, son socios uno del otro.

Así, el primer patrimonio de una galería es su inversión en un espacio. Igual de importantes, como patrimonio, son los artistas cuya obra gestiona la galería y su lista de contactos entre los coleccionistas. En un ambiente artístico como el porteño, en el que las galerías están dispersas por varias partes de la ciudad y no hay instituciones que garanticen el valor del arte, un galerista que abre las puertas de su negocio al público debe estar bien conectado entre la clase pudiente, debe ser considerado un interlocutor válido. Yo, por ejemplo, no tengo ese tipo de conexiones, así que si abriera una galería tendría problemas para llegar hasta las personas que pueden comprar obra. No sería imposible, pero sí difícil. Un galerista tiene que mantener una conversación constante con los coleccionistas. En Nueva York, donde las galerías se concentran en áreas determinadas, uno puede abrir y esperar a que el cliente de la de al lado, entre, por pura curiosidad, y establezca él mismo la conversación. En Buenos Aires, donde las galerías no están tan cerca una de otra, el galerista tiene que salir a buscar a su clientela y ser quien entable esa conversación.

Conozco un buen número de galerías bien llevadas, en cuanto a la calidad del arte que manejan y de las exposiciones que organizan, pero que sufren en lo económico precisamente porque falta esa conversación con los coleccionistas, que debe prolongarse en el tiempo hasta que se convierta en una relación de confianza mutua: una especie de sociedad comercial en lo artístico.

La otra pata de la galería, claro, la componen los artistas. No sólo hay que saber seleccionar con qué artistas se va a relacionar la galería sino que también hay que establecer una conversación que se convierta en una relación de confianza. A los artistas hay que cuidarlos igual que se cuida a los coleccionistas. Y esto no sólo implica prontitud en el pago; un galerista que no es capaz de ser un crítico cariñoso, de sugerir caminos para el artista, de crear una relación en la que la obra del artista encuentre un receptor entusiasta, está condenado al fracaso de la misma manera que el galerista que no desarrolla sus relaciones con los coleccionistas.

Muchos artistas con los que he hablado en Buenos Aires se quejan de sus relaciones con las galerías. Y es porque no sólo no existe una relación económica sólida y basada en la confianza, sino que tampoco existe en lo artístico, una relación creada y mantenida a base de muchas horas de encuentro, de charla, de análisis de la obra. El galerista, cuyo negocio depende de la confianza, debe esforzarse por crear fidelidad en los artistas y en los coleccionistas. Sin esa fidelidad, no hay nada.

También, vale la pena mencionar la fidelidad de los empleados de la galería. Una galería es un negocio, no una institución benéfica. Y como tal, hace falta que la gente que trabaje en ella, se tome su labor en serio y con cariño. Si no, siempre habrá fallos, la calidad de las exposiciones decaerá, el trato con los artistas y los coleccionistas será inferior. Muchas veces, son los empleados quienes tienen que dar la cara, son el primer vínculo con el público, con los proveedores, con mucha gente. Y en ese sentido, parte de la reputación de una galería depende de ellos. He visto negocios de muchos tipos irse al traste porque el dueño o los jefes no supieron hacer fieles a los empleados. No se puede tener un jardín y maltratar al jardinero. Es de cajón, y sin embargo parece difícil de comprender.

Entonces una galería tiene cuatro aspectos fundamentales que debe cuidar. Su inversión inmobiliaria, su relación con los coleccionistas, la relación con los artistas y su relación con los empleados. En este sentido es como cualquier negocio.

Por último, queda el aspecto de la producción intelectual de la galería: textos, catálogos y otras publicaciones. Sin esa producción, la galería no se diferencia en gran cosa de una mercería de lujo. O de una tienda de decoración. A menudo he pensado que a éste o a aquel galerista le hubiera venido mejor abrir una zapatería o una tienda de muebles. La galería de arte tiene una responsabilidad de producción intelectual, de producción de sentido, que avale la inversión social, económica y artística de la que vengo hablando en este artículo. Sobre eso ya he escrito antes. Ahora, lo que me parecía necesario era delinear, recalcar otros aspectos de lo que constituye el trabajo necesario y obligatorio de la galería de arte.

Agosto en Jacques Martínez

Durante Agosto, a partir del lunes 8, tendrán lugar en Jacques Martínez cuatro encuentros , los cuales reunirán a diversos actores del arte y al público en general, para discutir el rol de las galerías en el contexto actual. Cada encuentro se enfocará en la perspectiva de un núcleo en particular:

• Lunes 8 de Agosto: Los artistas
• Lunes 15 de Agosto: Los gestores y teóricos
• Martes 23 de Agosto: La comercialización
• Lunes 29 de Agosto: Los galeristas

Los encuentros tendrán lugar a partir de las 19 hs. en la galería (Avenida de Mayo 1130 4to "G").

Esperamos ansiosos contar con su presencia para poder enriquecer el debate que estamos proponiendo.

Por cualquier consulta, duda o sugerencia, no duden escribirnos a info@galeriajacquesmartinez.com

¡Saludos!